viernes, 30 de septiembre de 2016

Gandhi: ¿SI o NO?

De uno de los criminales más buscados en Mumbai, India, no se podía esperar menos: su record criminal lo inició muy joven, cuando una húmeda noche de invierno en un pelea –y  sin contemplación alguna– acuchilló a una persona. 

Pero ahí no se detuvo y llegó este espeluznante personaje a acumular 19 cargos que incluían toda una extensa gama de crímenes, entre los que se encontraban, principalmente, el intento de asesinato, el asalto y la extorsión.

El criminal de nuestra historia se llama Laxman Gole y algo extraordinario en su vida ocurrió mientras cumplía su pena carcelaria: desarrolló, el duro criminal, un inusitado interés por la vida y obra del gran líder indio Mahatma Gandhi, y al terminar de leer su autobiografía,  el aparente incorregible infractor, se transformó y enderezó el tortuoso y errado sendero de su vida; confesó todos sus crímenes y escribió una carta de sincero perdón a todos aquellos  a quienes él había lastimado y abusado.

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Laxman Gole: del crimen a la civilidad
Experiencias como las de Laxman Gole levantaron los cimientos para la creación de una muy original evaluación, a la cual llamaron: Él Examen de la Paz de Gandhi.

La prueba la tomaron 450 presos en algunas cárceles de la India en el aniversario del nacimiento del gran pacifista indio, el 2 de Octubre. La más reciente versión, la décima, se llevó a cabo hace, exactamente un año.  El examen da una nota máxima de 80 puntos y las preguntas son del tipo de escogencia múltiple, falso o verdadero o de apareamiento.

Los presos reciben todo el apoyo de las autoridades carcelarias con el suministro, sin costo alguno, de materiales de estudio como libros y artículos relacionados con la vida del gran pensador. Los internos que pasan la prueba reciben un certificado y adicionalmente, como premio, un khaddar, un emblemático atuendo usado cotidianamente por los pobladores del sur de Asia.
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Khaddar: atuendo junto al conocimiento
El Centro del Libro sobre Gandhi: Sarvodaya Mandal, es el organizador del singular  ejercicio, y resume la razón de ser del mismo en las siguientes palabras:

"…El objetivo del examen es evocar en los presos un sentido de arrepentimiento para inculcar las cualidades del ‘satya’, la verdad, y el ‘ahimsa’, la no violencia".

Hoy en día, Laxman Gole es un convencido del poder apaciguador y reformador de las enseñanzas del gran Gandhi, y pasa la mayor parte de su tiempo transmitiendo a presos y condenados,  las bondades de esta enriquecedora filosofía. El, como prueba viviente de una experiencia de transformación, ejerce una poderosa influencia sobre ex compañeros de fatalidades y desvaríos.

En Colombia: examen de una pregunta
Perdon Gandhi

A diferencia del examen de la paz de Gandhi, de ochenta preguntas, el de Colombia, este dos de octubre, tiene solo una. Para aquellos colombianos que como Gandhi creen fervientemente que: “El perdón no cambia el pasado pero cambia el futuro”, podrán hacerse acreedor al certificado indio, dando solo una respuesta acorde con el sabio pensamiento, que es una reflexión que mira a un futuro de esperanza y expectativa, y no a un pasado obstinado e irreversible.

Este domingo dos de octubre, los colombianos hacen un crucial examen final, con la ilusión de obtener la mejor de las notas.


Marcelino Torrecilla N
Abu Dhabi, septiembre de 2016
Fuente
http://gulfnews.com/news/asia/india/on-gandhi-birthday-prisoners-face-exam-on-his-thoughts-1.1593465

miércoles, 14 de septiembre de 2016

La mujer de la casa de palma

Fátima se empecinó esa mañana en hacer realidad un sueño recurrente que la venía acosando desde hacía tiempo atrás: construir su propio Arish o casa de palma, en el desierto y habitarlo con su prole. La quijotesca idea, sin embargo, tuvo una muy tibia acogida en su familia.

Solo si tiene Wi-Fi , mamá – fue la respuesta clara y al unísono, por parte de sus hijos.

Arish 1

Fátima, beduina hasta su ultima célula, había nacido y pasado su infancia en una casa de palma, alrededor de la cual creció y tuvo sus primeras y gratas experiencias de vida, que hoy añoraba revivir; el deseo de volver al pasado no era para nada infundado.

En una ocasión, la soñadora beduina tuvo la oportunidad de conocer a Sandra Piesik, arquitecta de profesión nacida en Polonia, y una apasionada de las primeras construcciones del desierto.

El encuentro había propiciado la unión de dos tenaces mujeres con un interés en común: resaltar y documentar la importancia del Arish como pilar fundamental en el desarrollo humano y social de los Emiratos Árabes Unidos. En el fondo, estaba también el deseo de no olvidar y aprovechar, hoy, las bondades arquitectónicas ofrecidas por las casas construidas con hoja de palma.

Cuando las dos mujeres se conocieron –como habría de esperarse– la conversación giró alrededor del Arish y de los primeros asentamientos de los antiguos beduinos en los Emiratos Árabes Unidos. En algún intermedio de la agradable charla, la arquitecta polaca  oía los detalles de una emocionante revelación:

y si le contara– proseguía Fátima con ojos que destellaban orgullo y pasión – que yo ya construí mi propio Arish, que levanté  en una finca en el desierto.

¿y cuando lo puedo ver?– fue la sonora, y automática, pregunta de la señora Piesik, quien no podía ocultar su impaciente interés en ver la ancestral vivienda. La experiencia por parte de la arquitecta de ver un Arish levantado por las manos de una mujer beduina, en estos tiempos, fue inolvidable y enriquecedora.

Arish 2

El fruto de la palma
El bagaje técnico-cultural de la arquitecta Sandra Piesik agregado a la vasta experiencia raizal –de primera mano– de la señora Fátima Khamis, dieron como resultado, a nivel local, un hermoso proyecto denominado: La casa de Palma de Liwa (desierto de Abu Dhabi), que se materializó en la construcción de un conjunto completo de casas de este tipo, localizado en Mougab.

Pero lo que nunca se imaginó Fátima fue que su Arish terminara exhibido en el Instituto Real de los arquitectos británicos en Londres, como una reconocida pieza de un magno proyecto arquitectónico a nivel mundial. En palabras de los distinguidos miembros del instituto, la significativa construcción:
demuestra conexión con un lugar, apropiado uso de materiales y tecnología, responsabilidad social y ambiental, y algún sentido de autenticidad arquitectónica (como una contrapropuesta a lo novedoso), lo que es cada vez más difícil de definir en tiempos del cortar y pegar”.

La exaltada obra fue escogida entre 300 proyectos similares de 48 países.  En la sala de exhibición de premios en Londres, a las fotos de la casa de palma árabe, la acompañan variadísimas muestras de construcción, como una cocina japonesa de lujo, un restaurante temporal en el este de Londres, un colegio chino, y una piscina pública en Andalucía, España.

Mujer: fuerza edificadora
En tiempos pasados, eran la mujeres las grandes constructoras de las primeras casas de palma. Eran ellas quienes levantaban la estructura; remojaban la hojas de palma para ablandarlas, algunas veces cavando profundamente en las arenas del desierto –buscando humedad– para luego  enterrarlas.

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Además, prefabricaban secciones de las paredes, después de tejer las hojas para convertirlas en esteras, las que por su facilidad para enrollarse, facilitaban su movilidad y transporte.

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El proyecto en el desierto de Liwa, es el fruto viviente de las bondades de la palma, para recordar que en esta zona, alrededor de 5.000 pobladores vivieron en aproximadamente 800 casas de palma, al principio de los años ochenta.

Detrás del edificante deseo de las perseverantes Sandra y Fátima  está el propósito de inculcar en la gente del desierto emiratí, el beneficio y aporte de un primer techo, que resguardó a los pobladores de tormentas de arena y de extremas temperaturas, y que hizo posible la experiencia de vivir en sociedad.

Aún en nuestra era de tecnología y globalización, en pleno siglo XXI, los humanos podemos vivir entre palmas y arenas, disfrutando de las maravillas de la naturaleza.

Marcelino Torrecilla N 

Fuente y fotos : Periódico el Nacional de Abu Dhabi