martes, 15 de octubre de 2013

La Casa en la Tierra

Las casas de Al Falah sin Al Haraca
Casa modelo
En los Emiratos Árabes Unidos el señor Owaidah Ahmed Al Qubaisi  es la contraparte del antiguo ministro colombiano de vivienda, el doctor German Vargas Lleras.

El funcionario  emiratí fue quien adjudicó  en Abu Dhabi las primeras mil casas a habitantes nativos, en un conjunto residencial llamado Al Falah City Residential Project.

Todo esto hace parte de un plan  para dar 50.000 villas   a un buen número de  ciudadanos locales en los siguientes 20 años. Se le da prioridad a mujeres divorciadas, viudas y familias numerosas cuyo espacio con el tiempo se les ha reducido significativamente.

Como se puede ver, las señoras casas parecen gozar de todas las comodidades habidas y por haber con una característica muy del contexto árabe  cuando se trata  de construir una vivienda, o sea  ser generosos en cuanto al espacio a otorgar. 

Las  dimensiones de las villas son de entre 311 a 470 metros cuadrados con cinco habitaciones y dos garajes. Comodidades adicionales como piscinas y jardines corren por cuenta del propietario y facilidades como clínicas, centros comerciales o educativos y demás, se encuentran a solo diez minutos de distancia, si usted decide caminar.

Los lideres emiratíes tienen un larga tradición en cuanto a generosidad y desprendimiento a la hora de otorgar  techo  a su gente. 

Gestos como estos fueron iniciados por el gran líder y fundador  de los Emiratos Árabes Unidos, el gran jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan de quien se dice fue el primer caudillo árabe en regalar casas a sus súbditos.

Claro esta, que los colombianos no aspiran a  las  suntuosidades emiratíes -esto acá es a otro precio- pero sí a que sus casas gratis sean dignas. Dignas  en espacio; que no se les quede en la mano el pestillo de la puerta después de dos meses de uso; y que no se les agrieten las paredes por materiales de baja calidad. Todo  por el cruce y arreglo de los insaciables contratistas para sacar tajada.

En Abu Dhabi no hubo alharaca a la hora de la entrega. Claro, como no existe el afán del voto, la pantalla y la encuesta. Me cuentan que en Colombia el día de la adjudicación  echaron discursos desde el señor presidente hasta el alcalde local y, me imagino, que hubo frías y voladores.

Marcelino Torrecilla N (matorrecc@gmail.com) 

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